El vuelo de la mantarraya

Cinzia Ricciuti



−Los animales me han estado hablando.

−¿Qué te han dicho?

−Lo primero, que apriete los pulmones y que vea cómo me las arreglo para respirar bajo el agua. Lo segundo, que salte, que nade, que goce, que salga, que vuelva a entrar, que vamos bien, que sí se puede, que ser cuerpo salva. Luego ya no hablaron, sólo me miraron y sonrieron desde sus piruetas en el cielo… ¿Les has observado los ojos a las mantarrayas? Son insólitos, parecen nuestros.

−Estás loca.

−Locura lúcida (Pirandello dixit).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

−¿Locura lúcida?
-¿Por qué preguntas eso?
-Es que yo no ando restregándo mis alas en esos charcos, que...
-¿Qué?
-En ésos en los que ella restriega su gran manto cuando vuela, en charcos que ya casi ni agua tienen. Mírame a mí, aquí, siempre limpio, colgadito, en la oscuridad, volando entre la sombras, como un bat-chang. Ahorrando luz.
-Sí es así, ella está loca de verdad.
-Sí. Yo no comparato con ella esa luz de la locura. No puedo.


Ch.

Cinzia Ricciuti dijo...

¿Qué pasó, anónimo Ch, trataste de darle otro final a mi texto?
Buen intento, aunque medio chucuto, try again.
Saludos

Anónimo dijo...

Jejeje Saludos. Ch.